- Esta nueva denuncia del concejal Andrés Barrios se registró en el colegio distrital Saludcoop Norte, la misma institución educativa en la que hace dos semanas no estaban entregando almuerzos a los estudiantes.
- Los padres de familia de la menor con discapacidad señalan que se vieron obligados a cambiarla de colegio ante la ausencia de un Plan Individual de Ajustes Razonables, conocido como PIAR, que respondiera a las necesidades de su limitación.
- También indican que la niña ha manifestado rechazo y desprecio por la vida, hecho que solamente ha sido atendido por su maestra de aula, sin que el Distrito haya brindado mayor acompañamiento.
Bogotá, D.C. 16 de agosto de 2024
Las problemáticas en el colegio distrital Saludcoop Norte en la localidad de Usaquén centraron nuevamente las miradas del concejal Andrés Barrios. En las últimas semanas han sido varias las quejas de los padres de familia frente a diversas situaciones en dicha institución relacionadas con suspensión en la entrega de almuerzos y falta de clases en algunos cursos.
La más reciente denuncia recibida por el concejal Barrios tiene que ver con la presunta vulneración de derechos hacia una menor de ocho años con trastorno del espectro autista.
“La niña estudiante de primaria tuvo que ser cambiada de colegio esta semana debido a que el Distrito no le garantizó una atención especial a sabiendas de su condición. Sus padres tomaron esta decisión ante la preocupación y el sufrimiento que estaban padeciendo por cuenta de la falta de garantías educativas de inclusión con las que se encontraron. La menor, en la práctica, fue retirada arbitrariamente del Plan Individual de Ajustes Razonables, PIAR, pese a que sus papás entregaron al colegio todos los soportes médicos que sustentan la necesidad para que estuviera incluida”, dijo Barrios.
Para el padre de la menor, quien prefirió no revelar su identidad, “los procesos de enseñanza basados en la valoración pedagógica que incluye ajustes curriculares y de infraestructura no se tuvieron en cuenta para garantizar su aprendizaje y participación como lo estipula el decreto 1421 de 2017. Incluso, la menor fue sancionada con matrícula condicional para el año 2024 por supuestamente no seguir los parámetros comportamentales que son exigidos a un estudiante neurotípico”.
El padre también manifestó su preocupación debido a que “en la niña se han evidenciado algunas alertas de desinterés por la vida, frente a actitudes de rechazo por parte del cuerpo docente y directivo”. Pidió al Distrito prestar atención a los programas de inclusión y velar porque realmente se incorporen en los colegios públicos de Bogotá “con una adecuada disposición de recursos didácticos, tecnológicos, de personal calificado para el apoyo a los docentes de aula, de estrategias psicopedagógicas, que orienten el proceso de enseñanza a la promoción de potencialidades, en lugar de considerar su diferente forma de percibir el mundo como un problema”.
Ante las situaciones críticas de salud mental, el concejal manifestó: “La Secretaría de Educación recibió durante el primer semestre del año 4.539 alertas conducta suicida. Ante esta realidad, desde el Distrito se debe incorporar una ruta efectiva que permita hacer frente a esta realidad y replantear el abordaje institucional para la formación integral de los niños de Bogotá que fortalezcan sus condiciones socio emocionales”.
Recientemente el concejal Barrios denunció que en el colegio distrital Saludcoop Norte no se estaban entregando almuerzos a los estudiantes y algunos permanecían sin clases por ausencia de docentes. La Secretaría de Educación informó que ambas situaciones fueron resultas en los últimos días.